Primero porque la Trinidad es todo un misterio para cada ser humano, y segundo, porque las luces sobre la Trinidad que da la Biblia son tomadas en ocasiones como herejías.
Sin embargo, en este blog, tengo el agrado de compartir temas cristiano sobre la Trinidad que te ayudarán a despejar muchas dudas.
Y para sumar un artículo más a los existentes, hoy vamos a resolver una pregunta que podría sonar algo inquietante.
¿Habías escuchado hablar antes sobre la Trinidad ontológica y la Trinidad económica?
Pues vamos a empezar aprendiendo sobre lo que son estos términos dentro de la Teología, y cómo nos ayudan a responder la pregunta qué es el título de este artículo.
¿Estás listo? Empecemos.
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Trinidad ontológica
La ontología es la rama de la metafísica que se ocupa de la naturaleza del ser y de establecer conexiones entre los distintos componentes de un mismo campo.
Así que, cuando hablamos de la Trinidad ontológica, nos referimos al estudio de la naturaleza de Dios y su Ser (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
Este estudio nos permite comprender que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, son iguales en naturaleza y atributos.
Y no se trata solo de una mera conclusión humana, sino de un análisis que respalda la Biblia.
Por ejemplo, Deuteronomio 6:4 dice: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”. Y Jesús dijo en Juan 10:30: “Yo y el Padre uno somos”. Es decir, que Jesús y Dios son iguales en naturaleza y atributos.
Trinidad económica
Mientras que la Trinidad ontológica se centra en quién es Dios, la Trinidad económica se centra en cómo se relaciona cada persona de la Trinidad con el mundo.
Es decir, al estudio de los diferentes papeles de las tres personas de la Divinidad, se le conoce como Trinidad económica.
Según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con Su sangre: Que la gracia y la paz les sean multiplicadas a ustedes. (1 Pedro 1:2)
A continuación te brindo algunos ejemplos de Trinidad económica para que quede claro este tema:
- El Padre envió al Hijo. No al revés. (Jn. 6:44; 10:36 ; Jn. 4:14; Jn. 5:37)
- Jesús vino a hacer la voluntad de su Padre. (Jn. 6:38; Jn. 5:30)
- El Padre no nos redimió, Jesús sí. (2 Co. 5:21; 1 Pe. 2:24)
- Jesús y el Padre enviaron al Espíritu Santo. (Jn. 14:26; Jn. 15:26)
- El Padre nos ha elegido desde la fundación del mundo, no el Hijo ni el Espíritu Santo. (Ef. 1:4)
Y bueno, después de dilucidar el tema sobre la Trinidad ontológica y económica, responderemos la pregunta de este artículo.
Sí se puede orar a cada persona de la Trinidad
Teniendo en cuenta la Ontología de la Trinidad, podemos afirmar que sí se puede orar a cada persona de la Divinidad.
Porque tanto el Padre, como el Hijo y el Espíritu Santo, son en sí el mismo Ser (Dios).
Y el hecho de adorar solo a una persona de la Trinidad, no va a provocar celos en las demás personas.
Por otro lado, es necesario entender que aquí no se trata de separar las Divinidades cómo otros dioses.
Sino que, según la Ontología de la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, están involucrados entre sí en cada acción que realizan.
Un ejemplo de esto está en Hechos 20:28, que dice:
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
En el griego original y otras versiones más actuales dice: la iglesia de Dios.
¿Podría ser acaso un error del escritor al decir que no murió Jesús en la cruz?
La respuesta sencilla es NO.
Pues Lucas, el autor de Hechos, tiene muy claro la definición de operaciones inseparables.
Es decir que, si el Padre hace algo, el Hijo y el Espíritu Santo, necesariamente están involucrados en esa acción.
Además, la adoración a una de las personas de la Trinidad, también es adoración para el resto de la Divinidad.
Esto podemos notarlo en Juan 13:31-32:
Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en Él. Si Dios es glorificado en Él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará.
Así que cada acción que se realiza con el Hijo, se refleja también en el Padre. Lo mismo pasaría si se adora sólo al Espíritu Santo.
Porque en la Trinidad, el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios.
Oramos al Padre por diferencia de roles
A pesar de que sí podemos orar a una persona de la Trinidad en específico, la gran mayoría de oraciones están dirigidas al Padre.
Esto es debido a los diferentes roles (Trinidad económica) que desempeña cada persona de la Trinidad dentro del plan de Salvación.
Y que hace que todas las oraciones sean dirigidas hacia Dios el Padre.
De hecho, Jesús mismo nos enseña que debemos orar al Padre (Jn. 14:13; Mt. 6:6), y que por Él tenemos acceso directo al Padre (Jn. 14:6; Ef. 2:18).
Esto no debe confundirse con el subordinacionismo que algunas sectas heréticas creen.
Pues la diferencia de roles en la Trinidad es nada más que la manifestación de Dios hacia la humanidad.
Después de eso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, siguen siendo iguales en naturaleza y atributos.
Finalmente
Teniendo en cuenta lo que hemos aprendido a lo largo del artículo de hoy, no es pecado orar solo al Padre, al Hijo o al Espíritu Santo.
Porque cada persona de la Trinidad es en sí mismo Dios, y tienen igualdad de naturaleza y atributos.
Sin embargo, gran parte de las oraciones siempre irán dirigidas al Padre, y no provocarán la rencilla del Hijo o el Espíritu Santo.
Este conocimiento es de mucha importancia para cada cristiano, aunque lleve en sí el gran misterio que es la Trinidad.
Y bueno, así es como hemos llegado al final de este tema. Espero que haya sido de mucha bendición para tu vida.
Si tienes alguna opinión al respecto, házmelo saber abajo en los comentarios. Y no olvides compartir este artículo en tus redes sociales.
Dios te guarde.🙏
¡Vuelve pronto!🤗