Además de que los hijos son el regalo que alegra la existencia de un matrimonio.
Así es como pensaba yo desde que tenía once años.
Una vez casado, mi esposa y yo tuvimos que afrontar el proceso más duro de nuestras vidas.
¡No seríamos jamás padres!😢
Al menos eso es lo que nos decían los médicos tanto a mi esposa y a mí.
Ella con un ovario poliquistico y dos miomas subcutáneos externos, y yo con una posibilidad de bajo conteo de espermas.
Por donde se le viera, nadie nos daba esperanza de ser padres.
Así que todo esto confrontó nuestra fe y convicción cristiana.
Viví un proceso, junto a mi esposa, que me permitió aprender estas 3 maravillosas cosas que te compartiré en este artículo.
Ya sea que estés viviendo algo similar o no, este tema va a ser de bendición para tu vida.
Así que ánimo. Continúa leyendo hasta el final.
Empecemos.
{tocify} $title={Contenido de este Post}
1. Dejé de lamentarme y llorar
Mi esposa y yo habíamos caído en un círculo vicioso de llanto y lamento.
Cada vez que hablábamos o recordábamos que era imposible ser padres, nuestra alma se quebraba en llanto.
Era difícil para mi esposa ver a sus hermanas ser felices con sus hijos.
Y cuando ella lloraba por eso, yo lloraba por la impotencia que sentía al verla tan triste y deprimida.
¿Habíamos perdido la fe? Pues NO.
El hecho de ser hijos de Dios y tener fe en Él, no te vuelve inmune al dolor o sufrimiento.
Somos humanos.
Sentimos, nos duele, y lloramos.
Sin embrago, llegó un momento en el que mi lamento y llanto comenzaron a opacar mi adoración a Dios.
Y en lugar de alabar a mi Señor, sólo lloraba y me lamentaba preguntando: ¿Por qué razón me niegas un hijo?
Hasta que en una noche de oración el Espíritu Santo cambió mis pensamientos y actitudes.
Me di cuenta que mi esposa y yo habíamos permitido que Satanás nos robara el gozo, y que se burlara de nosotros por no tener hijos.
Así que le dije a mi esposa: "No importa si somos padres o no, tú y yo tenemos que seguir adorando a Dios".
Desde ese momento nuestras oraciones ya no eran de lamento o queja.
Ahora orábamos dando gracias por la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Y reafirmábamos todos los días que aunque no tengamos hijos, no nos íbamos a cansar de honrar el nombre de Jesús.
2. Empecé a ser agradecido
Anteriormente te contaba cómo es que mi esposa y yo pasamos del lamento y llanto a vivir adorando a Dios.
No fue fácil.
Hay algunos que creen que tener ese tipo de actitudes es bajar la guardia y no tener fe.
Pero no es así.
Así que cuando el Espíritu Santo me hizo notar que el lamento y llanto eran mi prioridad, volteé mi mirada hacia Cristo.
Y como te decía, le dije a mi mujer que sin importar si éramos padres o no, tendríamos que adorar a Dios en todo tiempo. (Sal. 34:1)
Además de la adoración, entendimos que era necesario agradecer a Dios por todo lo que estábamos viviendo.
Porque muchas veces sólo agradecemos a Dios cuando las cosas marchan bien.
Entonces, empezamos a vivir agradecidos.
Ya no orábamos "exigiendo" tener un bebé.
Sino que agradecíamos a Dios por su preciosa decisión de no darnos hijos.
Junto a ello, le ofrecimos nuestra vida a su servicio todos los días.
Además, mi esposa aprendió que cuando se encontrara con una pareja disfrutando de su bebé, ya no estaría más triste.
Por otro lado, esto no quiere decir que no haya habido momentos en los que volvimos a llorar y lamentarnos.
Como te dije, somos humanos. Y Dios entiende eso por completo.
Sin embargo, nuestras oraciones a pesar del lloro y lamento, ya no estaban llenas de depresión y reclamos.
Ahora orábamos entregando a Dios nuestras lágrimas y lamento, y suplicábamos que Él nos ayudará a aceptar su preciosa voluntad.
3. Elegí orar y confiar
Mi esposa y yo habíamos elegido orar y confiar en el Señor.
Nada más.
Sé que era complicado imaginar toda una vida sin hijos corriendo por la casa o verlos casarse.
Pero nosotros elegimos confiar en Dios muy por encima de lo que eso significara.
Recuerdo que en una noche de oración le dije a Dios: "Si no nos vas a dar hijos propios, pues coloca en nuestro camino a jóvenes y señoritas a quienes podamos guiar como nuestros hijos".
Eso mismo fue lo que le dije a mi esposa.
Y sabes, grata fue mi sorpresa cuando en una conversación mi esposa me dijo: "Ya no tengo tristeza al pensar que no seré madre. He decidido confiar plenamente en mi Dios".
¿Nos estábamos rindiendo? Claro que no.
Sino que empezamos a vivir como verdaderos adoradores. (Jn. 4:24)
Esos adoradores que no adoran sólo por los panes y los peces (Jn. 6:26), sino aquellos que lo hacen en Espíritu y Verdad.
Es decir, adoradores que adoran en medio de la necesidad.
Además, entendimos, que la voluntad de Dios está más allá de mi propia voluntad. (Is. 55:9)
Que si Él ya había elegido algo para nosotros, no habría nada que lo haga cambiar.
Incluso si Él hubiera elegido darme un hijo a los 90 años de edad.
La sorpresa de parte de Dios
Un día, como aquellos que se repetían siempre, mi esposa fue al doctor para hacerse un chequeo, ¿y qué crees?
¡¡¡ESTÁBAMOS EMBARAZADOS!!!
Ella comenzó a llorar, y recostada en la camilla de ecografías levantó las manos y agradecido a Dios.
Cuando me llamó para darme la noticia, mi corazón brincó de felicidad.
Levanté las manos al cielo y agradecí a mi Dios.
La verdad es que no pude contenerme y comencé a gritar y alabar a Dios.
Era tan increíble lo que estaba viviendo. Dios me había regalado un bebé.
Y no fue nuestra insistencia o reclamos lo que provocó todo esto, sino nuestra confianza plena en Él.
Hoy nuestro bebé ya tiene 1 mes y 9 días de nacido.
Su mirada y su llanto se han convertido en una muestra de la gracia de Dios.
Y eso no ha cambiado en nada nuestra adoración y agradecimiento a Dios en todo momento.
Ahora se han multiplicado.
Te recomiendo esta preciosa canción cristiana que expresa todo lo que hemos hablado en este artículo.
{alertSuccess}
Finalmente
Es difícil dar palabras de ánimo a una pareja que se le está complicando tener un hijo.
Podría decirte muchas cosas pero al final ninguna de ellas animaría tu alma.
Te lo digo desde mi propia experiencia.
Lo que si me atrevo a decirte es que confíes plenamente en Dios.
Aunque te hayan dicho que jamás podrás tener un bebé.
El testimonio de Abraham y Sara -incluso el mío- es ejemplo de lo que Dios puede hacer.
Pero si con todo eso no logras ver lo que tanto anhelas, aprende a vivir agradecido y en constante adoración.
Tu felicidad no debe ser condicionada ni siquiera por un hijo. (Eso es lo que aprendimos mi esposa y yo)
¿Te ha gustado este artículo? Pues te animo a compartirlo en todas tus redes sociales.
Y si tienes alguna opinión sobre este artículo, házmelo saber abajo en los comentarios.
Gracias por su experiencia, nosotros 11 años sin hijos. A ratos confío, a ratos me da tristeza. Y no se q pasara más adelante. Estoy tratando de tener gozo y agradecer lo q tengo.
ResponderBorrarBetsa, es en realidad difícil vivir esta experiencia. Y quizá no encuentre las palabras correctas para darte ánimo y aliento.
BorrarPero solamente Dios es quien puede sostener tu alma y darte gozo. Sin cuando en tus momentos de tristeza.
Preguntate siempre, cuál es el propósito de todo esto. ¿Quiere enseñarte algo Dios con esto? ¿Qué debes hacer en vez de entristecerte?
Espero saber más de ti.
Dios te bendiga y guarde.
Gracias por compartir estos consejos, son de bendición para mi vida! y felicidades!!
ResponderBorrarGracias a ti por leer y comentar.
BorrarEspero verte más seguido por aquí.
¡Dios te bendiga! :)
¡Dios es tan grande!
ResponderBorrar¡Que bendición más grande! ¡Felicidades!
Yo perdí a mi hijo hace algunos años. Siempre que veía a un pequeño o a una mujer embarazada, me llebaba de tristeza.
A veces yo llego a dudar de su palabra. Me ha prometido tener hijos, pero mi esposo se ha ido y no entiendo cómo es que el Señor me puede prometer algo que a mis ojos es imposible.
No obstante, leo testimonios de fe como el suyo y entonces me vuelve la fe, me llena de gozo y alegría leer cuán grande es Dios.
Hoy en lugar de llorar y lamentarme, le rindo oraciones a Dios para que cada mujer embarazada de a luz a un hermoso hijo sano. Que todo salga muy bien.
¡Bendiciones!
Gloria a Dios por tu testimonio, Amayarani. Y sí, es difícil poder enfrentar tanto dolor. Pero en medio del sufrimiento, debemos aprender que Dios está en control.
BorrarTe sugiero que le preguntes a Dios, qué es lo que quiere que hagas. Porque tu gozo no debe centrarse en tener hijo o no.
Dios te guarde siempre.
¡Vuelve pronto!
Estoy en una situación similar, y solo Dios conoce la tristeza que hay en mi. Pero e aprendido a ser optimista, y se que en su tiempo perfecto nos bendecirá. Me maravillo por su testimonio, felicidades...
ResponderBorrarMás que ser optimista, mi hermano, le aconsejo a ser totalmente dependiente de Dios. Porque a veces, hasta nuestro optimismo nos puede llegar a fallar.
BorrarLa verdad central de todo es: ALABARÉ A DIOS A PESAR DEL RESULTADO. Después de eso, lograrás comprender que el gozo total está en Jehová el Señor.
Oro para que Dios pueda cumplir su voluntad en tu vida y matrimonio.
Gracias x compartir su experiencia. Q Dios los bendiga e ilumine en el camino de educar a su hijo.
ResponderBorrarHan sido de edificación para mi sus palabras
MaNoel, es un gozo saber que este artículo es de edificación para tu vida. Dios puso en mi corazón el escribir este tema, y me alegro saber que anima a muchos de mis hermanos como tú.
BorrarDios te guarde.
¡Vuelve pronto!
Estoy en una situación similar, he tenido 2 abortos después de tratamientos de fertilidad y hasta la fecha a mis casi 37 años, sigo esperando un milagro, justamente ahora me vino mi período después de unos días de retraso mi esposo y yo esperábamos que "ahora sí"pero una vez más nooo😭
ResponderBorrarPuedo entenderte por completo. Sé todo el dolor que causa esta espera. Y de la desesperación porque no llega, ya tengo conocimiento.
BorrarSin embargo, aquí es cuando debes aprender a depender completamente de Dios. Tu gozo no debe estar limitado a tener un hijo. Ni siquiera tu alabanza.
Eso es lo que aprendí junto a mi esposa. Y si con todo eso, Dios no me hubiera permitido ser padre, igualmente seguiría gozoso en Él.
Dios te guarde.🙏🏻
¡Vuelve pronto!🤗
No sé por dónde empezar....estaba viendo cualquier cosa y de repente aparecieron imágenes de angeles, después imágenes bellas, pinturas de mujeres embarazadas y entonces...y entonces...tus palabras.....y como tú dices....a veces a emos olvida agradecer y si Jesús atravez de tus palabras me está hablando, pues ya está....GRACIAS!! GRACIAS!! GRACIAS!!
ResponderBorrar¡¡Gloria sea a nuestro Señor Jesucristo!!
BorrarGracias por leerme y comentar. Espero verte más seguido por aquí.
Dios te guarde.
¡Vuelve pronto!
Me dijeron después de unos estudios q no podré ser madre, te voy 43 años la edad y la biología me dicen q no ,pero leeyenfo esto se me alegro el alma , su voluntad es perfecta y agradable y asiquiero vivir ,adorando y creer en el,gracias x compartir su historis
ResponderBorrarAdora al Señor en todo momento, aunque su respuesta sea NO.
BorrarDios te guarde.
¡Vuelve pronto!
Hola muchas gracias por este artículo. Les quiero comentar que así como esta historia es la mía. Llevamos 21 años de casados con mi esposo e intentamos muchas veces tener bebé, teniendo muchas perdidas en este recorrido, pero les puedo decir que solo la confianza en Dios y su voluntad es lo que nos permitió realizar un quinto tratamiento y a mis 52 años tuve una bellas niñas mellizas. Persistan en la adoración, Dios lo dice en su palabra "clama a mi y yo te responderé". Así fue nuestro señor Jesucristo nos regaló ese milagro de la vida.
ResponderBorrarQue maravilloso lo que Dios hace en nuestras vidas. Él sigue siendo fiel a pesar de todo. Nosotros debemos seguir adorándola sin importar el resultado.
BorrarGracias por tu testimonio. ¡Dios te guarde!
Este articulo llega a mis manos justo cuando estoy viviendo todo cual usted expreso y duele si que duele por como usted dijo porque somos humanos 😭😭😭 necesitaba este articulo en mi vida. Gracias
ResponderBorrar