Este es el motivo por el que no puedes ser libre del pecado sexual

Recuerdas aquel momento cuando Jesús sentado en un monte vio a toda la multitud que le seguía y preguntándole a Felipe dijo: «¿Dónde podemos comprar pan para que coma toda esta gente?» (Juan 6:5). Y enseguida apareció un muchacho que tenia cinco panes de cebada y dos pescados, con los cuales ─como todos sabemos─ Jesús dio de comer a más de cinco mil personas (Juan 6:10).

Pero al día siguiente la multitud no lograba ubicar a Jesús y es ahí que sucede el siguiente episodio:

Cuando la multitud vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, subieron a las barcas y cruzaron el lago hasta Capernaúm para ir en busca de Jesús. (Juan 6:24) ─ NTV

Y después de haber cruzado el lago encontraron a Jesús y le preguntaron: «Rabí, ¿Cuándo llegaste acá?» (Juan 6:25), más Jesús sabia con que intención ellos hacían la pregunta y cual era el motivo por el que lo estaban buscando. Entonces Jesús les respondió:

Les digo la verdad, ustedes quieren estar conmigo porque les di de comer, no porque hayan entendido las señales milagrosas. (Juan 6:26) NTV

La gente se dio cuenta que Jesús sabía sus verdaderas intenciones por las que le buscaban y en seguida como excusándose le dijeron: «Nosotros también queremos realizar las obras de Dios. ¿Qué debemos hacer? (Juan 6:28) NTV». Y Jesús les respondió: 

La única obra que Dios quiere que hagan es que crean en quien él ha enviado 
(Juan 6:29) NTV.

Pero la multitud segada por su egoísmo y sin darse cuenta de lo que habían presenciado el día anterior le dijeron a Jesús: «Si quieres que creamos en ti, muéstranos una señal milagrosa. ¿Qué puedes hacer? (Juan 6:30) NTV».

¿QUÉ HAY CON TODO ESTO?

Lo que sucede leyendo detenidamente estos episodios en el ministerio de Jesús, nos dan una luz reveladora sobre el porqué seguimos sin poder vencer el pecado sexual. Al igual que la multitud que tenía el único propósito de buscar a Jesús por el alimento que habían recibido ─pero desinteresados en las cosas del reino (Juan 6:27)─, tu búsqueda en Jesús por libertad de la pornografía, la masturbación o los encuentros sexuales, solo están limitados por lo que DIOS te pueda dar.

Después de darte un atracón de pornografía vas corriendo a Jesús en busca de Su Presencia. Logras saciarte de ella y prometes que jamás volverás a caer en lo mismo nuevamente. Pero tan pronto crees que nadie te mira vas y te sumerges en lo mismo de antes. 

Si te das cuenta realmente lo que sucede es que solo vas en busca de Jesús cuando tus remordimientos están a punto de volverse reales, y cuando te sientes basura por lo que haces. Sin embargo solo esperas a estar nuevamente a solas y te dejas llevar por tus deseos desenfrenados. 

Buscas a Jesús como aquella multitud ─solamente por el alimento momentáneo─ mas no quieres tomar la decisión de hacer todo lo que DIOS demanda. Y cuando clamas por liberación dudas preguntando si el podrá perdonar el pecado que te consume. Mas no eres capaz de darte cuenta de lo que DIOS ya había hecho por ti en anteriores ocasiones; las mismas que tu echaste a perder por un momento de placer sexual.

Amigo mío. Deseo para ti una total libertad de este pecado que te arrastra cada día. Te aconsejo que tomes la decisión radical de separarte por completo del pecado sexual, y que busques a Jesús genuinamente. Deja de tratar a DIOS como un bombero al que llamas solo cuando estas en peligro, y entrégate completamente a Él. Hay libertad en DIOS solamente cuando te dejas libertar por Él, y optas por hacer a un lado tus deseos de pecado por más difícil que esto parezca (Juan 8:36).

No dejes de leer este consejo para ser libre del pecado sexual y busca ayuda en algún cristiano, líder o pastor piadoso. Recuerda que las guerras se ganan en equipo, no a solas. No olvides que DIOS te ha dado valentía. Y aunque tu carne quiera seguir esclavizándote sométela a la obediencia en Cristo todos los días (2 Co. 10:5).