En estos últimos días Dios a trabajado en mi vida de manera maravillosa. Me ha enseñado cosas que siempre ignoré y que hoy, a la luz de la Su Palabra, puedo comprender que son necesarias para encaminarme como Él lo desea. He aprendido más acerca que vivir en una Sana Doctrina, de vivir apasionado por Su Presencia y hambriento por Su Palabra. Todo esto me llevó a hacer una pregunta, las misma que hoy te la hago a ti: ¿Estas dispuesto a pagar el precio?.
Muchos jóvenes y adultos me han cuestionado últimamente la idea del por qué los caminos de Dios son complicados. Como es que seguir a Jesús es la elección más complicada ─preguntan todos─. De seguro a alguien le pintaron pajaritos en el aire. Le dijeron ─tal vez─ que seguir a Jesús es lo mas hermoso y que todo sería felicidad. ¿Hermoso? Si lo es. ¿Será felicidad? ¡Mentira!. Y este problema existe hoy en día con mucha frecuencia. Los nuevos convertidos se están dando cuenta que no es el paraíso como se los pintaron. ¿A ti te dijeron lo mismo?
Jesús era el tipo de predicador que a quienes se interesaban en seguirlo les preguntaba con insistencia si estaban seguros en la decisión que iban a tomar. Una de las historias que refleja esto se encuentra en el evangelio según San Marcos 10:17-21. Pero es en el verso 27 en que Jesús lo confronta con la verdad para descubrir si este hombre estaba dispuesto a pagar el precio de seguirlo.
Jesús lo miró con amor y añadió: —Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme. [NVI]
Así como el hombre de esta historia muchos de nosotros ─me incluyo─ en algún momento pensamos que no fue buena idea haber decidido seguir a Cristo. Tan pronto comenzamos a vivir para Él se nos multiplicaron las necesidades, los problemas y muchas cosas más. Y el primer pensamiento que se nos vino a la cabeza fue: ¡Creo que vivía mejor sin ser cristiano! Pero no, no es así como tu piensas.
¿Has escuchado decir: ¡El reino de Dios lo arrebatan solo los valientes!? Pues te digo que en esta afirmación existe una gran verdad. ¿Por qué solo los valientes? por qué son ellos los únicos que están dispuesto a pagar el precio de la Cruz. No aquellos que se llenan la boca hablando de Jesús, cantando de Jesús ─y eso está muy bien─, pero es necesario entender el verdadero significado de la Cruz. Cuando lo entiendas como es, te darás cuenta que Jesús no es solo una palabra o un hombre más. Es por eso que estos valientes pagan el precio del sacrificio inmerecido que se hizo en el madero por nosotros. Pagan el precio de la sangre derramada. Un precio que le costo alto al hijo de Dios y que nosotros debemos tener como altísimo estima.
¿Estas empezando seguir a Jesús? Te advierto que el camino es solo para valientes. ¿Y el precio que pagar? Ese precio será vivir amándole y agradeciéndole todos los días por tanto amor y por su gran sacrificio. Ese precio será pagado siéndole fiel. Que aunque vengan las pruebas, las necesidades, las dificultades, tu mirada y tu fe deberán estar puestas en Jesús. No anhelarás nada más que estar en Su Presencia. Que suceda lo que suceda. Pierdas los amigos o familiares que pierdas. Hablen contra ti calumnias y falsedades. Nunca intentarás dejar de lado a aquel que jamás te dejó de lado y que dio su vida por ti. He inclusive, pagar ese precio, será morir por Jesús.
Entonces vuelvo y te pregunto como lo hice al principio:
¿Estas dispuesto a pagar el precio? ¡Yo sí! ¿Y Tú?
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