Es una total vergüenza como hoy en día las iglesias se han vuelto más un club de entretenimiento que un lugar donde buscar salvación. Un lugar donde se exalta la carne y el ego en vez de exaltar a Dios. Y no, no es que estoy en contra de este genero de música, pero si estoy en contra del hecho que se haga el lugar santo en una cueva de carnales. Es algo inaudito hacer el altar de Dios un lugar para bailar como se haría en una discoteca.
Miren este penoso y triste vídeo donde un pastor y sus miembros bailan como si lo hicieran en una parranda mundana.